martes, 11 de septiembre de 2012

RESEÑA (BLOG EN CONSTRUCCIÓN)


El predio que actualmente ocupa el Área de Material Quilmes (AMQ) tuvo su amanecer aeronáutico en 1915, cuando el reconocido fabricante de aviones Edmundo Marichal instaló en el lugar un aeródromo-escuela con aviones de su factura, uno de los primeros y mejor equipados del país. Entre otros pioneros, se destacaron Manuel González, como piloto e instructor, y el reconocido Francisco Sánchez, ex - suboficial del Ejército, instructor y considerado en su momento como el mejor piloto biplanista;  efectuó vuelos por la zona sur del Gran Buenos Aires (Quilmes, Avellaneda, Florencia Varela, etc.) en los Farman-Marichal y varios vuelos nocturnos en la zona y en la capital.
Durante los años ´20 menguó la actividad aérea en el lugar, para retomarse con inusitada fuerza durante la década siguiente. En 1933 irrumpe en el campo de aviación la agrupación aerodeportiva Aero Rex, que en sus mejores momentos contó con tres planeadores  y dos aviones propios, realizando importantes vuelos para la época.
Dos años después se suma al lugar el Centro de Aviación Civil, con mejor equipamiento e infraestructura, y de manera dispar, otras agrupaciones aerodeportivas, quienes convivieron en una suerte de “comunidad” aeronáutica. Se hacían festivales sociales y aéreos que causarían asombro en la actualidad.
En esos años se produce la llegada de la empresa alemana Sindicato Condor Ltda., que le da un formidable empuje a la actividad aérea local.  Condor construye hangares (que aún existen), edificios, talleres, instalaciones de radio, acondiciona el terreno y desarrolla un sistema de tajamar para reducir el riesgo de las inundaciones, frecuentes en la zona. En 1936 se inaugura el servicio regular desde el aeródromo de Quilmes, con el despegue  de un Junkers JU-52/3m con destino a Mendoza y Chile. De este modo, Quilmes se convierte en uno de los primeros aeródromos internacionales del país, con vuelos a Chile, Brasil, y Uruguay, y con escalas a Europa. No obstante ello, las actividades aerodeportivas continuaron desarrollándose en un clima de armónica convivencia con la empresa alemana.
Con la II Guerra Mundial cambia la suerte del Sindicato Condor. Para 1942, la compañía Servicios Aéreos Condor Ltda., formada sobre la compañía alemana, inicia gestiones para vender sus instalaciones de Quilmes al gobierno argentino. Los acuerdos se logran en 1943, y el 24 de septiembre de ese año se definen un conjunto de acciones administrativas, técnicas y legales tendientes a traspasar al Estado y poner en operaciones los talleres de Quilmes. Surgen así, aunque reconocidos con diversas denominaciones, los Talleres Aeronáuticos Quilmes que pasan a depender de la Dirección General del Material del Ejército (aún no existía la FAA).
En 1944 comienza a funcionar en el lugar la compañía IMPA (Industria Metalúrgica y Plástica Argentina) Aviación, que fue la primera empresa argentina dedicada a la fabricación en serie de aviones civiles. La empresa desarrolló y construyó 25 aviones de turismo IMPA Tu-Sa, y los prototipos Chorlo (un entrenador militar), e Impita, un avión liviano para uso civil. 
Posteriormente, IMPA efectuó el mantenimiento de aviones y planeadores hasta su desaparición. En 1948 se anexaron definitivamente a los Talleres Aeronáuticos todas las instalaciones y parte del personal de la legendaria empresa IMPA, y en la década del ´50 la unidad comenzó a tomar la forma que tiene en la actualidad, con sus amplias instalaciones y caminos internos.
El entonces “Taller Regional Quilmes” se constituye como una de las unidades de mantenimiento que integran a la flamante Fuerza Aérea Argentina, interviniendo en sus numerosos y poblados talleres a gran cantidad de aeronaves, accesorios, motores y partes.
Entre los antiguos aviones que pasaron por Quilmes figuran: los Junkers K-43 y Ju-52/3m, estos últimos adaptados para el combate de las plagas de langostas;  Fockke Wulf 44; Bristol; Douglas DC-3 y C-47; Boyero, Dewoitine, etc.
Durante los años ´60 y comienzos de los ´70, funcionó en el predio el Club de Planeadores Quilmes, una institución que tuvo una actividad aérea dinámica y organizó grandes festivales aéreos (ver aeroespacio N° 592).
También durante la década del ´60 se incorpora la responsabilidad de reparación mayor de los recientemente adquiridos helicópteros Hughes; Bell UH-1H y de los aviones DHC-2 Beaver. Estos últimos cumplieron misiones pioneras en la Antártida, como algunos C-47 y los SA-16 Albatros, que además realizaron los primeros vuelos  regulares a las Islas Malvinas. Más tarde, se incorporaron los DHC-6 Twin Otter, utilizados por LADE en la Patagonia, constituyéndose en vitales vehículos de comunicación en esa región. Los Twin, como se sabe, continúan operando en la Patagonia en la IX Br. Ae, y en la Antártida, estando un avión destacado todo el año en la Base Marambio.
Quilmes viene equipando y manteniendo aviones y helicópteros antárticos  desde hace casi 50 años.
De acuerdo a cambios estructurales internos que realizó la FAA, en 1980 el Taller Regional Quilmes cambió su denominación por “Área de Material Quilmes”.
Por esa época, se efectuó una importante obra de infraestructura y reequipamiento en los talleres de electrónica del Hangar 3, dando lugar al Taller Central de Sistemas Electrónicos, un taller modelo por las instalaciones y el equipamiento de dotación, como así también por la extensión de sus responsabilidades de mantenimiento electrónico de aeronaves, equipos de comunicaciones terrestres, laboratorio de instrumental, laboratorio de cristales, de electrónica de pista y otros.
Muchas otras aeronaves y componentes pasaron por estos talleres con distintos grados de responsabilidad. Como se ve, desde aquellos lejanos tiempos de los precursores, a poco de cumplirse 100 años de actividad aérea  en la zona, existe una importante  tradición aeronáutica que es necesario valorar.
En esta línea, en 1995 se creó la Comisión de Asuntos Históricos y Museo. Posteriormente, entre 1999 y 2001, se exhibieron varias aeronaves restauradas en Quilmes en el hangar Histórico “Milliken”, antes del traslado definitivo al Museo Nacional de Aeronáutica (MNA).  Estuvieron allí un Fiat G-46, un Fairchild 82D, un interceptor Mirage M-III, matrícula C-706, y la estrella sin duda fue el legendario Latecoere 25, pieza única en el mundo, que pilotara en el país Antoine de Saint Exupery. Hasta el traslado de esos aviones, más de 5.000 personas asistieron al museo guiados por personal especializado del AMQ.
En 2009 se formó la Asociación Civil “Alas Históricas de Quilmes”, continuando en ese camino de revalorización y difusión del importante patrimonio histórico aeronáutico del lugar, inaugurándose el 24 de septiembre de 2010 la Sala Histórica de la Unidad bautizada “Alas Históricas”.  
A partir de ese mismo año, en el Área Material Quilmes (centro de mantenimiento de los DHC-6 de la FAA), comenzaron las tareas de modernización del Twin Otter matrícula T-82, con la capacitación para los mecánicos e inspectores intervinientes del AMQ por medio del curso Flightsafety, que meses más tarde ejecutarían en la práctica bajo supervisión de la firma Viking.
La modernización abarcó las áreas de motores y hélices, estructura y aviónica. La remotorización consistió en el reemplazo de los motores por los turbohélices de 652 hp  PT6A-27  lo cual significó un incremento de la autonomía en vuelo. Con respecto a la aviónica, si bien años anteriores ya había recibido modificaciones tales como la instalación de un navegador GPS, que mejoró notablemente las prestaciones del viejo ONS (Sistema de Navegación Omega) original, se le instaló un sistema de aviónica de última generación que le permite a la aeronave operar en todo tipo de aeropuertos  y en toda condición climática. En el área estructuras metálicas, se aplicaron los boletines de servicio correspondientes y se realizaron las reparaciones y adaptaciones que la modernización requería para la instalación del nuevo equipamiento.
El 29 de agosto de 2011 se llevó realizó la ceremonia de finalización de la actualización de ICM del avión Twin  Otter T-82 modernizado y la certificación del Área Material Quilmes como centro de servicios de la firma Viking.